Si alguna vez pensaste en clonar a tu mascota, sí, es posible y aunque no es para nada económico, ya es un hecho y muchos famosos ya tienen en sus casas, clones de sus amados animales.
Se creía como algo lejano, sin embargo, más allá de parecer ciencia ficción o a futuro, es un hecho y es un servicio real que unas pocas compañías prestan en la actualidad.
El resultado no dará como resultado a tu perro o gato, pero sí, un gemelo idéntico, con una personalidad única y no necesariamente la misma que tenía el original.
Un lujo para pocos
ViaGen Pets, en Estados Unidos, ofrece el servicio por unos 50.000 dólares. Este monto puede subir o bajar, hay registros de algunos clientes que habrían pagado desde 26.000 hasta más de 150.000, considerando detalles en el proceso, tales como: conservación genética, transporte y cuidados veterinarios.
Mientras que en Corea, Sooam Biotech, es una de las primeras en clonar perros, habría llegado a cobrar alrededor de los 100.000 dólares, que por cierto presume haber creado cientos de clones.
El precio es un indicio claro de ser un servicio exclusivo, así como lo complejo del proceso. La técnica exige numerosos óvulos y varias madres sustitutas, además de muchos intentos fallidos antes de obtener un embrión que realmente logre convertirse en ese gemelo peludo que ya no está más. Pese a todo esto, la tasa de éxito ronda el 30%.
Famosos que se sumaron a la tendencia
La clonación empezó a ocupar portadas cuando algunas celebridades compartieron sus experiencias:
- Barbra Streisand confesó que clonó a su perra Samantha, y hoy convive con dos cachorras idénticas entre sí.
- Diane von Fürstenberg también obtuvo un clon de una de sus perras.
- Javier Milei, presidente de Argentina, clonó a su perro Conan, un caso que generó un revuelo enorme.
- Tom Brady contó que su perra Junie es un clon de Lua. El procedimiento lo realizó ViaGen, adquirida por Colossal Biosciences, empresa en la que él mismo invierte.
Estos casos fortalecieron la idea de que clonar una mascota se ha vuelto un símbolo de estatus y, al mismo tiempo, un tema emocionalmente delicado para muchos.
Entre la emoción y el marketing
Tanto ViaGen como Sooam combinan la imagen moderna de la biotecnología con un mensaje emocional. Sooam suele destacar datos técnicos, mientras que ViaGen apuesta por testimonios de dueños que sienten haber recuperado a sus animales. Ambas presentan el proceso casi como algo cotidiano y aconsejan cómo guardar material genético por si la mascota fallece de forma inesperada.
Sin embargo, hay omisiones. ViaGen apenas habla del bienestar de los animales involucrados y evita publicar su tasa de éxito. Sooam, aunque algo más clara, tampoco explica del todo el impacto que sufren las perras donantes y las madres sustitutas.
Los dilemas detrás de la técnica
Organizaciones de protección animal señalan problemas importantes:
- La personalidad no se copia. El ADN es sólo una parte; el carácter surge de experiencias, vínculos y ambiente.
- El proceso exige muchas cirugías y gestaciones en hembras utilizadas como donantes y portadoras.
- No resuelve el duelo. Algunos especialistas creen que puede alimentar la negación de la pérdida.
- Los recursos se destinan a un solo animal cuando hay millones sin hogar.
Un reflejo del avance biotecnológico
El interés por la clonación crece mientras se popularizan pruebas genéticas para mascotas, como las de Embark. Ambas tendencias muestran cómo la biotecnología pasó del laboratorio al consumo, aunque sólo para quienes pueden costearlo. Esta combinación plantea preguntas incómodas sobre nuestra relación con los animales y sobre cómo enfrentamos la ausencia y el afecto.
Una herramienta poderosa, pero no inocente
Hoy, la clonación de mascotas se mueve entre el amor, la ciencia y el mercado. Para algunos, es una forma de honrar un lazo irremplazable. Para otros, un capricho que ignora los límites naturales y expone a otros animales a procedimientos invasivos.
por: THAYMAR VELÁSQUEZ- ultimas noticias










