Tras más de cinco semanas en erupción, en La Palma preocupa
la mayor intensidad de los terremotos, la mayor cantidad de lava emitida y la
aparición de nuevas bocas.
Aunque el volcán va a seguir abriendo y cerrando bocas de
emisión de lava “casi con toda probabilidad”, auguran los expertos. Y no lo
hará lejos de donde ya lo ha hecho. Para ello hay una explicación, porque en la
“naturaleza nada es casual”.
Si se unen todas las bocas que el magma ha ido abriendo en Cumbre Vieja se dibuja una línea casi perfecta. Las bocas eruptivas están alineadas y esto da muestra de cómo se está alimentando el volcán. Así lo explica a NIUS Javier Carmona, geólogo del Instituto de Geociencias (UCM-CSIC).
No van a aparecer nuevas bocas a 50 kilómetros de distancia
En este caso, indica el experto, se trata de “un dique que
alimenta las distintas bocas eruptivas” y la alineación de las bocas indica la
dirección del dique. Por debajo de estas bocas alineadas hay “una especie de
tubería con forma tabular”. Una fisura con una grieta en forma de tabla por
donde escapa el magma, por eso se dice que la erupción del volcán de La Palma
es de tipo fisural.
Según Javier Carmona, lo previsible es que esa alineación no avance mucho más, “porque la naturaleza gasta la energía mínima necesaria y si ya hay una boca de salida no es esperable que se abran otras mucho más alejadas”. “Los conos van a estar alineados y no se van a separar mucho más de donde están ahora, no va a aparecer una nueva boca a 50 kilómetros de distancia ni a 20”, tranquiliza el experto, porque si el magma ya he encontrado un camino de salida abierto, no va a gastar energía en trazar otro, explica.
Preocupación por el derrumbe del cono
Eso sí, a medida que el edificio volcánico va creciendo
puede derrumbarse por su propio peso y tapar una boca, entonces el magma podría
buscar otros caminos que le resulten más fáciles.
Este es, según los científicos que asesoran al Pevolca, el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias, el mayor problema que podría surgir con el volcán de La Palma, ya que las bocas de emisión actuales apuntan hacia el oeste y la lava está transitando por zonas ya afectadas; pero si el centro de emisión cambia, la colada podría transcurrir en otras direcciones y, entonces sí, provocar “daños materiales mayores”, indicó el lunes María José Blanco, la directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias.
El hecho de que estén alineadas da pistas de la forma de
alimentación y del área de aparición de nuevas bocas, pero no del carácter de
la erupción. Que esta sea más o menos explosiva va a depender de la cantidad de
gases, explica Javier Carmona.
El gas fragmenta el magma y genera piroclastos, si no hay
suficiente gas para generar tanto piroclasto pues al final la lava baja porque
el gas no puede fragmentarla. “Es como si fuera una bebida con gas. Si tiene
mucho, sale disparado, pero si hay menos sale lentamente”.
En este caso, el volcán de la Palma es de carácter estromboliano, con más gas que los hawaianos, pero con menos que los volcanes plinianos.
¿Hasta cuándo va a estar en erupción?
El mecanismo de este volcán “es el habitual de las islas
Canarias”, constata el geólogo del Instituto de Geociencias. “Lo que está
sorprendiendo es la duración y el volumen de material emitido”. Según Javier
Carmona no se conocen los reservorios de magma que tiene el volcán para
alimentar esta erupción así que, a día de hoy, no se puede dar respuesta a una
de las grandes cuestiones: la duración de la misma.
El manto de la Tierra, la capa que se encuentra entre la
corteza y el núcleo, es el gran desconocido, por lo que “sabemos más cosas del
espacio que del interior de nuestro propio planeta”, concluye el experto.
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