lunes, 26 de octubre de 2015

Una represa en las riberas del Orinoco aportaría una valiosa reserva de agua en la zona de la Faja.



Alejandro Rodríguez Pernía propone “transformar radicalmente el uso de la tierra en esa zona” y aprovechar los morichales como recurso hídrico “ecológicamente sustentable”


La sequía que hemos vivido en Venezuela, como consecuencia del fenómeno El Niño, “que azota esta parte del mundo”, así como los pronósticos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), “son sólo la punta de un témpano de hielo, si tomamos en cuenta que este periodo seco pudiera extenderse por unos 10 años más”.
Consciente de la gravedad de su afirmación, el ingeniero agrónomo Alejandro Rodríguez Pernía hace un llamado de atención sobre la necesidad de “pensar en cómo hacer más productivas las tierras a partir del mejor aprovechamiento del recurso hídrico con el que cuenta el país”. Y adelanta una propuesta: que “se retome el proyecto de construcción de una represa en las riberas del río Orinoco entre los estados Guárico y Anzoátegui, además de la explotación de los morichales como fuente de recursos hídricos para el riego y el consumo humano”.

CALENTAMIENTO EN MARCHA

Rodríguez alertó sobre los reportes oficiales de muerte de bovinos en Guárico y Anzoátegui “debido a la sequía”. A esto se le suma la disminución de la producción por hectáreas de maíz blanco, maíz amarillo, arroz y sorgo, por la misma causa, señaló, y advirtió que esa situación tiene perspectivas de prolongarse.
“Este proceso natural permanecerá por lo menos hasta el 2025 cuando concluya el ciclo de calentamiento y comience el de enfriamiento”, argumentó Rodríguez, basado en estudios de las corrientes térmicas que determinan las características del clima.

CAMBIAR EL USO DE LA TIERRA

La responsabilidad de tomar medidas inmediatas ante lo preocupante de este panorama, es del Ministerio de Agricultura y Tierras y de las gobernaciones de estos estados llaneros, señaló Rodríguez, quien retiró que “una represa que se alimente de las inundaciones que produce el río Orinoco podría generar el desarrollo de esta zona llanera”.
Para este ingeniero el propósito de un proyecto de esa envergadura sería el de “transformar radicalmente el uso de la tierra es esa zona, para mayor beneficio colectivo a partir del mejoramiento de los sistemas de producción pecuaria y agrícola , mediante el embalse de las aguas del río Orinoco con fines de riego”. “Con tal obra será mejor y más intensivo el aprovechamiento de las tierras orientales del Estado”, lo que, según afirmó, haría “más efectivo” el rendimiento “tanto en la ganadería como en los cultivos”.
“Actualmente estas inundaciones del norte del Orinoco crean lagunas y morichales que se mantienen con el agua de lluvia durante la época de precipitaciones. Sin embargo, cuando el verano es prolongado las lagunas se secan por lo que se hace necesario crear un embalse que se alimente también con aguas subterráneas”, dijo.
El especialista en temas climáticos asume que una represa en la zona perteneciente a la Faja Petrolífera del Orinoco es posible “debido a las características especiales del relieve de las llanuras en las riberas del río”: “Es posible, tomando en cuenta que los accidentes geográficos en esta zona son relativamente inexistentes, y el cauce del río, por no encontrar a su paso desniveles fuertes, facilita la acumulación de agua en estas áreas de escasa pendiente”.

POZOS COMUNALES Y REPRESA

El Guárico, aunque es rico en recursos históricos y religiosos, se mantuvo durante más de dos siglos anclado en una realidad demográfica y económica “de crecimiento lento”. Esto ocurrió, según apuntó Rodríguez, “como se consecuencia de las persistentes sequías”. Esa tendencia a niveles precarios de precipitaciones “solo permitía que los ríos Guárico y Orinoco fueran utilizados para una navegación rudimentaria y como fuente de agua para los habitantes y su ganadería”, acotó.
El Gobierno Nacional aprobó en años recientes recursos para la construcción de mil pozos profundos a escala nacional. Esa iniciativa procuraba disponer de agua en las regiones dedicadas a la producción agrícola y ganadera, a partir de su extracción del subsuelo. En el eje Guárico- Anzoátegui, subrayó Rodríguez, “existe lugares donde el agua está a dos metros del suelo”, por lo que “la solución pasa por financiar pozos artesanales”.
En los sitios donde el agua está en un nivel más profundo, añadió, “el Estado debe financiar la construcción de lagunas para la recolección de agua durante la época de lluvias o inundación”.
“Uno de los estados que presenta mayor debilidad en este momento en cuanto al suministro de agua para el riego de las siembras es Guárico, debido a la falta de lluvias, lo que ha traído como consecuencia el retraso en la producción anual en los ciclos norte-verano e invierno “por lo que se hace necesario articular, en el corto plazo, con algunas comunidades, entre otros proyectos, la construcción de pozos de agua, tomando en cuenta las necesidades que existen actualmente”.
“Entre los beneficios de crear pozos de aprovechamiento común está que estos puedan suministrar agua a los sembradíos de 20, 30 o 40 productores quienes se encargarían de darle mantenimiento al mismo además beneficiaría proyectos para impulsar la psisicultura”, aseguró
Pero más allá de los pozos individuales o comunales que se puedan instalar en esta zona, una represa como la propuesta por este ingeniero “debe ser parte de un acuerdo y un trabajo mancomunado entre Gobierno Nacional, regional, local y empresas privadas y públicas que contribuyan desde cada una de estas instancias a la ejecución de la obra y que financien también la reparación de lagunas y el mantenimiento de pozos”, expresó.

LOS VALIOSOS MORICHALES

“En Guárico existen unos 300 morichales en su mayoría desaprovechados y que podrían contribuir al desarrollo agrícola y pecuario, sin embargo, su uso está regido por Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (2010)”, comentó Rodríguez. Esa normativa establece, en sus artículos 24 al 26, “el agua como recurso de interés nacional, debido a su importancia para el desarrollo de la vida”.
Esa previsión de orden legal, acotó, evidencia que el agua “ocupa un lugar preponderante”. De hecho, la ley le encarga al Instituto Nacional de Tierras la vigilancia de su uso y aprovechamiento racional con fines de riego y acuicultura: “Este organismo será el encargado de crear una comisión permanente que coordinará el régimen del uso de las aguas con fines de producción agropecuaria”
Rodríguez reveló que hay una ley sobre conservación y uso racional del ecosistema de morichal (Gaceta Oficial Decreto N° 846 del año 1990, aún vigente) que permite el aprovechamiento de los frutos y productos secundarios que se deriven de la palma, extracción de agua, pesca artesanal, balnearios y desarrollo agrícola, por lo que sería posible su utilización en proyectos ecológicamente sustentable”.

T/ Luis Angel Yáñez
F/ Jhonatan Manzano

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