Es el más fuerte de los últimos tres lustros. La ONU advierte sobre fenómenos climáticos extremos
El
actual fenómeno meteorológico El Niño es uno de los más virulentos
desde 1950 y debería reforzarse hasta fin de año, provocando según las
regiones inundaciones y sequías, advirtió este lunes el Secretario
General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Michel Jarraud.
“Las graves sequías y las inundaciones
devastadoras que se están experimentando en las zonas tropicales y
subtropicales caracterizan el presente episodio de El Niño, el más
fuerte registrado desde hace más de 15 años”, afirmó.
El Niño, un fenómeno natural resultante
de la interacción entre el océano y la atmósfera en las zonas oriental y
central del Pacífico ecuatorial, “está contribuyendo a condiciones
meteorológicas extremas” y “continuará intensificándose previsiblemente a
finales de año”, advirtió la OMM en su último boletín.
Generalmente, los episodios de El Niño
se intensifican hacia finales de año y culminan entre octubre y enero,
pero pueden mantener una gran intensidad en el primer trimestre del año
siguiente, antes de empezar a debilitarse.
La OMM indica que la temperatura de la
superficie del agua en el Pacífico central y oriental “superará la
temperatura normal en 2º C, por lo que el presente episodio de El Niño
se situará entre los tres más fuertes registrados desde 1950″.
Los otros Niños más potentes desde esa fecha son los de 1972/1973, 1982/1983 y 1997/1998.
SEQUÍAS, INUNDACIONES, HURACANES…
Los efectos de El Niño varían según las zonas, y este año ya se hacen sentir con crudeza.
De acuerdo con la OMM, “El Niño ha
contribuido a una estación de ciclones tropicales muy activa en las
cuencas occidental y oriental del Pacífico Norte”, en tanto que tiende
“a reducir la actividad de los huracanes en el Atlántico y en torno a
Australia”.
“El huracán Patricia, que llegó a tierra
en México el 24 de octubre, se registró como el ciclón tropical más
intenso del hemisferio occidental”.
En el sur de Asia, se registró un “déficit de precipitaciones” entre junio y septiembre, prosigue la OMM.
La sequía también afectará a América
Central, donde unos 2,3 millones de habitantes necesitarán asistencia
alimentaria a causa de los daños en sus cosechas, estimó el jueves el
Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Las lluvias, en cambio, son el lote
reservado por El Niño a países del este de África, en particular
Etiopía, donde se agravará “la inseguridad alimentaria”, advirtió
igualmente el jueves la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación
de Asuntos Humanitarios (Ocha).
En la costa pacífica de América del Sur
aún no está clara la intensidad que alcanzará el fenómeno, dijo el
martes pasado en París el ministro peruano del Ambiente, Manuel Pulgar
Vidal.
“Estamos con un Niño ya presente con
fuerza en el Pacífico central, pero sus efectos no han sido muy severos
en la región de América Latina, especialmente en Sudamérica, porque ha
coincidido con el invierno y luego con la primavera”, precisó el
ministro.
El episodio de 1997/1998 provocó
precipitaciones diez veces superiores a las normales en la zona central
de Ecuador y en Perú, con una fuerte erosión y deslizamientos de lodo
con pérdida de vidas y destrucción de viviendas e infraestructuras,
recuerda la OMM.
El NIÑO Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
La OMM publicó su boletín en vísperas de
una conferencia internacional en Nueva York sobre El Niño y La Niña (un
fenómeno inverso, con temperaturas por debajo de las normales en el
Pacífico ecuatorial), que tendrá en su agenda la posible potenciación
del fenómeno meteorológico por el calentamiento global.
“Ese fenómeno natural de El Niño y el
cambio climático inducido por el ser humano tal vez interactúen y se
modifiquen mutuamente de formas que no hemos experimentado nunca en el
pasado”, dijo Michel Jarraud, citado en el informe.
“Nuestro planeta se ha alterado
enormemente por el cambio climático, la tendencia general hacia un
aumento de la temperatura oceánica en todo el mundo, la pérdida de hielo
marino en el Ártico y de más de un millón de kilómetros cuadrados de
cubierta de nieve estival en el hemisferio norte”, agregó.
El informe precisa que El Niño y La Niña
“no son los únicos factores que condicionan las características
climáticas a escala mundial”.
Las discusiones de Nueva York se
llevarán a cabo pocos días antes de la inauguración Conferencia sobre el
Clima, que el 30 de noviembre reunirá a más de cien jefes de Estado y
de Gobierno en París para buscar poner límites a las emisiones de gases
de efecto invernadero, que aceleran el calentamiento global.
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