lunes, 23 de noviembre de 2015

Encontraron en estudio que polvo atmosférico de Caracas tendría baja concentración de algunos cancerígenos.


En busca de hidrocarburos aromáticos policíclicos, las investigadoras Yusmeny Chirino, Zully Benzo y Raiza Fernández analizaron el polvo de ocho colegios: tres en el centro de Caracas, tres hacia La California y dos en los Altos Mirandinos. Chirino explica que la concentración fue mayor en el este capitalino e insiste en que queda mucho por conocer

Yusmeny Chirino es la investigadora que ha decido estudiar cuán contaminado está la atmósfera caraqueña

La fama que acompaña el aire que se respira en Caracas no es precisamente favorable. Esa idea de que todo lo que se inhala es nocivo -y que puede ser causante de cáncer- forma parte del imaginario de las capitalinas y de los capitalinos desde hace muchos años. Pero, ¿qué tan dañino es realmente?
Esta interrogante ronda muchas cabezas. Y la caraqueña Yusmeny Chirino también se la formuló. Chirino, egresada del Instituto Pedagógico de Caracas (IPC) como profesora de química, con maestría en química en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y cursante del doctorado en Educación Ambiental de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), decidió investigar este asunto. Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos en Partículas Atmosféricas Sedimentadas. Un estudio comparativo en diversas áreas en la ciudad de Caracas-Venezuela es el título del trabajo que realizó con las investigadoras Zully Benzo y Raiza Fernández, publicado este año en la Revista de Investigación de la UPEL.
En conversación con el Correo del Orinoco, Chirino explica que la metodología de análisis de químicos es uno de los aportes que ofrece el estudio, así como también el haber encontrado que el polvo atmosférico de Caracas que pudieron estudiar tiene baja concentración de estos hidrocarburos que pueden ser cancerígenos.

MENOS CONTAMINANTE

La idea de la investigación, relata, surgió de su tesis de maestría, desarrollada en el IVIC, y del trabajo emprendido con Fernández (científica de la UCV). Se concretó hace cerca de 10 años.
“Quería estudiar cómo tratar las muestras ambientales, especialmente las partículas atmosféricas, así como evaluar las sustancias que pueden afectar a la población caraqueña”, refiere. Para evitar falsas expectativas, aclara que se trata de un estudio inicial que logró evaluar las partículas sedimentadas, pero que todavía queda mucho por averiguar; por ejemplo, qué sucede con las partículas más pequeñas que entran en el sistema respiratorio y que pueden ocasionar efectos sobre la salud.
En el trabajo propusieron un método de análisis cualitativo y de identificación de hidrocarburos aromáticos policíclicos, que se puede aplicar en otros lugares (como Zulia y Morón). Chirino explica que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos avala un método de extracción de esos compuestos que consume muchos solventes (con un equipo que emplea entre 200 y 700 mililitros), mientras ellas diseñaron otro más económico y que contamine menos. “Propusimos la extracción por ultrasonido”, con un equipo que rompe las partículas y obtiene la sustancia con un menor uso de solvente (unos 15 o 30 mililitros).
El análisis se hizo mediante cromatografía líquida de alta resolución, con un equipo que está disponible en el IVIC.

PRESTARLES ATENCIÓN

Los hidrocarburos aromáticos policíclicos son compuestos orgánicos calificados como “contaminantes atmosféricos de gran importancia por sus propiedades toxicológicas, en particular, por su carcinogenicidad”, puntualiza el Observatorio de Salud y Medio Ambiente de Andalucía.
Chirino expone que al menos 16 de ellos han sido estudiados y se ha demostrado que son cancerígenos y mutagénicos, no solo al respirarlos sino al tener contacto con ellos a través de la piel o al ingerirlos. “Si es a bajas concentraciones no hay efecto”, señala, pero en altas concentraciones y por mucho tiempo de exposición la salud de los seres humanos se puede ver perjudicada.
De los 16, precisa, el que más ha sido estudiado es el benzopireno: “Unos 10 microgramos de benzopireno por cada gramo de polvo se consideran tóxicos”.
Esos hidrocarburos pueden tener dos fuentes: las naturales, por actividades como la quema de vegetación y las erupciones volcánicas; y las antrópicas, por la quema de gasolina y diésel y la circulación de vehículos, enumera. Tal como lo enuncia, “dependiendo del movimiento de vehículos en las ciudades y de los mecanismos para regular los contaminantes habrá más o menos. También depende de la dinámica atmosférica, de las lluvias y de las masas de aire, al igual que de la parte urbanística”.
Estos hidrocarburos afectarán a las personas dependiendo de la edad y de las condiciones biológicas y genéticas particulares, ya que la respuesta no es la misma en todos. La investigadora detalla que en algunos países se catalogan como grupos vulnerables las niñas y los niños y las adultas y los adultos mayores.
“Estos compuestos son cancerígenos y mutagénicos, y por eso hay que prestarles atención. Son de cuidado”, confirma. Justamente por ello insiste en que se necesita profundizar más. “Si queremos evaluar la calidad del aire de Caracas deberíamos evaluar no solo estas partículas, sino el gas y las que están suspendidas”, recalca.

EN LAS VENTANAS DEL COLEGIO

Para la investigación, Chirino, Benzo y Fernández tomaron polvo. La experta en química recuerda que las partículas se clasifican por su tamaño aerodinámico y puntualiza que el polvo tiene menos de 200 micrómetros, mientras las partículas totales suspendidas tienen menos de 63 micrómetros.
“Nosotros estudiamos polvo adherido a ventanas de los colegios”, certifica, porque ese polvo estuvo suspendido en algún momento. Abordaron ocho colegios: tres en el centro de Caracas, tres hacia La California y dos en los Altos Mirandinos.
El polvo lo recolectaron con brochas limpias. Se garantizaron sus condiciones de almacenamiento y se preservó de la luz. Para extraer los hidrocarburos se utilizó ultrasonido.
La toma del polvo se realizó mensualmente por un año, para saber qué sucedía en épocas de lluvia y de sequía. Ocurrió lo que parecía lógico: en la época seca había mayor concentración de algunos hidrocarburos que en la época lluviosa: “Esto lo asociamos con la dinámica atmosférica, porque cuando hay lluvia puede haber arrastre de partículas y limpieza de la atmósfera”.

MÁS EN EL ESTE

Uno de los hallazgos del estudio es que hacia el este de Caracas había mayor concentración de hidrocarburos que en el centro capitalino; el sitio menos afectado, comparativamente, es el suburbano, los Altos Mirandinos.
“Esto lo asociamos con el urbanismo de Caracas. En el centro hay más edificaciones y posiblemente las masas de aire se dirigen hacia el este” por los vientos, comenta Chirino. Admite que pensaba que sería al revés, que la concentración sería mayor en el centro caraqueño por haber más vehículos, pero “la dinámica atmosférica indicó otra cosa”.
Es decir, que aun cuando parezca inverosímil, en el centro había menor concentración de estos hidrocarburos que en La California; pero “eso no quiere decir que el aire en La California sea irrespirable”, expresa. En Altos Mirandinos hay bajo tráfico vehicular y una zona montañosa, lo que favorece la presencia menor de estos compuestos.
Esto, remarca, “no quiere decir que no nos vamos a preocupar, pero sí que tenemos concentraciones relativamente bajas en Caracas” de los hidrocarburos. Rememora que en la capital no se debe perder de vista que “no solo estamos afectados por el tráfico vehicular, sino que el Parque Waraira Repano se quema y eso altera la calidad del aire”.

LO QUE SÍ Y LO QUE NO

La pesquisa permite estimar que, entre 2006 y 2007, el aire que se respiraba en Caracas no tenía hidrocarburos aromáticos policíclicos en cantidades preocupantes. Mas, como profesora de química, insiste en que se debe investigar más. Por otra parte, acota que el trabajo se llevó a cabo hace casi 10 años, por lo que las condiciones pudieron haber cambiado. No obstante, el trabajo tiene tal relevancia, que lo enviaron a la revista de la UPEL, cuyos editores mostraron interés por ser un tema de importancia para toda la población.
Chirino quisiera proseguir los estudios, especialmente con poblaciones cercanas a la industria petrolera (en los estados Carabobo, Zulia y Anzoátegui), a fin de garantizar un aporte para las normativas y el control de calidad. Quisiera conocer más acerca de los hidrocarburos en partículas más pequeñas y en gas. Como trabaja en el IPC, enfatiza que necesitaría el apoyo de otros entes para los análisis respectivos, porque los equipos están en el IVIC y en otras instituciones.
“El Ministerio de Ecosocialismo pudiese extraer parte de esa muestra y hacer monitoreo de hidrocarburos; incluso, cerca de las residencias donde están las industrias”, asoma. No descarta que, al analizar las partículas más pequeñas, se encuentren hidrocarburos aromáticos policíclicos y otras sustancias que hayan reaccionado con ellos. “Puede existir óxido de nitrógeno, que contribuye con la acidificación de la lluvia, y los óxidos de azufre”, anticipa. Todo eso habría que analizarlo. También, cómo se sienten las comunidades y si presentan problemas respiratorios que pudiesen estar asociados con la calidad del aire.

T/ Vanessa Davies
F/ Miguel Romero

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