Su nombre técnico -C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS- es muy largo, pero el apodo que le han dado los científicos describe de qué se trata: “el cometa del siglo”.
Este objeto cósmico luminoso entrará en su mejor fase de visibilidad en el cielo a partir de este sábado. Y si alguien se lo pierde, tendrá que esperar 80.000 años más.
Este cometa fue identificado el año pasado en el observatorio Tsuchinshan-ATLAS de China, de ahí su nombre. Entró en su tránsito más cercano el Sol a finales de septiembre.
“Los científicos supusieron que podría desintegrarse durante ese paso [por el Sol], ya que su composición volátil y helada era incapaz de soportar el intenso calor de nuestra estrella madre, pero sobrevivió más o menos intacto”, explicó el astrónomo Bill Cooke en un boletín de la NASA.
Robert Massey, director adjunto de la Real Sociedad Astronómica británica, explica a la BBC que “los cometas brillantes son bastante raros.”
“Así que si tienes la oportunidad de ver uno, échele un vistazo, aunque tengas que utilizar unos binoculares para distinguir la cola y sus características. Son absolutamente hermosos”.
¿Dónde y cómo se puede ver?
Desde finales de septiembre, el avance de este cometa se ha podido observar desde el hemisferio sur cerca de la línea del horizonte, de ahí que solo lugares muy despejados hayan sido los ideales.
Pero desde mediados de este mes, informó la NASA, el cometa podrá verse en sitios despejados del hemisferio norte un poco más arriba en el cielo en el crepúsculo o ya iniciada la noche. De día será muy poco perceptible, según la NASA.
Cooke recomienda elegir un punto de observación oscuro justo después del anochecer. Mirando hacia el suroeste, unos 10 grados por encima del horizonte, el Tsuchinshan-ATLAS debería ser visible entre las constelaciones de Escorpio y Sagitario.
En la segunda mitad del mes, el cometa se moverá en el cielo cerca de la estrella Arcturus, que es una de las más brillantes en el cielo nocturno, y el planeta Venus. Existen aplicaciones para celular que permiten visualizar en qué posición están estas constelaciones, estrellas y planetas.
Como en otros casos similares, es preferible estar en un sitio sin contaminación lumínica para observarlo. Páginas como Light Pollution Map permiten identificar dónde hay más posibilidades de tener un cielo libre de las luces de los centros urbanos.
En las mejores condiciones, podría divisarse a simple vista. Pero es mejor contar con unos binoculares o un telescopio sencillo.
El Tsuchinshan-ATLAS solo será visible desde la Tierra durante el resto de octubre, porque el próximo mes desaparecerá y no volverá a pasar por el vecindario del Sistema Solar en 80.000 años.
El “cometa del siglo”
Los cometas brillantes que son visibles desde la Tierra en realidad son pocos, de ahí que al Tsuchinshan-ATLAS se lo haya llamado “cometa del siglo”.
A diferencia de los asteroides, que están formados exclusivamente por rocas, los cometas se componen de hielo, roca y gas.
A medida que se acercan al Sol, el calor hace que su hielo se transforme en gases y libere partículas de polvo atrapadas en el hielo, que es lo que provoca su notable “cola”.
Poco después de su localización, en enero de 2023, se especuló con la posibilidad de que fuera uno de los cometas más brillantes de los últimos años. La expectación se ha ido desvaneciendo, pero aún tiene buenas condiciones para ser visible.
Algunos fotógrafos han captado impresionantes imágenes de su brillo con técnicas de exposición prolongada.
Según la NASA, en los últimos 300 años solo nueve cometas han sido lo suficientemente brillantes como para ser vistos durante el día, siendo los últimos West en 1976 y Hale-Bopp en 1997.
“El brillo de los cometas se mide con la misma escala que utilizamos para las estrellas, una escala que se utiliza desde aproximadamente el año 150 a.C., cuando fue ideada por el antiguo erudito Hiparco y perfeccionada por el astrónomo Ptolomeo”, explicó la NASA.
En esta escala logarítmica, cuanto más bajo sea su registro, más probable es que el objeto se vea claramente, ya sea con telescopio o a simple vista.
El brillo de Tsuchinshan-ATLAS se clasifica entre 2 y 4. “En comparación, la estrella visible más brillante del cielo nocturno, Sirio, tiene una magnitud de -1,46. En su punto más brillante, el reflejo solar de Venus tiene una magnitud de -4. La Estación Espacial Internacional alcanza a veces un brillo relativo de -6”.
Massey dice que hay que tener cautela sobre si no habrá uno más en el futuro cercano que nos pueda deleitar con su belleza. “¿Va a ser el cometa más brillante de los últimos 100 años? Lo dudo mucho”.
El cometa Neowise, que causó sensación durante la pandemia en 2020, tuvo un brillo que quizás no pueda ser superado por el de este mes.
Sin embargo, eso no es motivo para dejarlos pasar: “Los cometas son impredecibles, pero no sabemos cuándo aparecerá el próximo, así que no pierdas esta oportunidad”.
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